lunes, 19 de mayo de 2014

132. MI PEQUEÑO TESORO

Fue el pasado jueves 8 de Mayo de madrugada cuando empecé a sentir contracciones de parto. Fui al hospital y me mandaron a casa un par de veces antes de dejarme ingresada, porque aún no estaba de parto. Finalmente ingresé alrededor de las 19:30 y a las 23:40 mi pequeño decidió asomarse a este mundo y respirar por primera vez.
El sentimiento es... no tengo palabras, las que sois madres me entenderéis. Las que no, para que os hagáis una idea os diré que mi marido opina que soy muy inexpresiva, ni si quiera me emocioné el día de nuestra boda y, sin embargo, reconoció que le había sorprendido y alegrado mi expresión al ver por primera vez a nuestro retoño.



Ya desde ese momento nos mostró su carácter. Apenas lloró lo justo y necesario para decirnos que el aire había entrado en sus pulmoncitos por primera vez y en seguida se calmó. Desde la primera noche decidió que los "biberones" que trae mamá de serie son lo mejor para alimentarse y que le gustaba.
Como todos, es feliz yendo de brazo en brazo, pero también disfruta mucho del descanso en su cunita pudiendo moverse a sus anchas y con su espacio. Y gracias a eso he tenido un ratito para poder informaros de su llegada.



Tanto durante el día del parto como el tiempo en el hospital y después en casa, el Papá se ha portado como un verdadero jabato, aguantando mis apretones en las manos y los brazos con cada contracción, "asomándose" a mirar cómo venía el peque cuando la matrona se lo decía ("¡pero si tiene pelo!" fue lo primero que dijo), durmiendo en el megaincómodo sofá que había en la habitación, cambiando su primer pañal (tanto del papi como del hijo), mimando, cuidando, sacando gases (lo que se le da mejor a él que a mí, por cierto), bañando, preocupándose de si el peque duerme, si se agarra, si está limpio... aguantando el tirón cuando de repente empezó a entrar un montón de gente en la sala de dilatación porque nuestro bebé, que aún estaba en la barriguita, se había "asustado" y habían bajado mucho sus pulsaciones.



Lo único que no hace Papá es despertarse cuando el cachorro pide comer en mitad de la noche, pero tampoco es muy útil que se despierte en esos momentos porque lo único que podría hacer es coger al niño y dármelo, ni calmarle ni darle de comer ni nada de nada. Incluso se queja porque no puede hacerlo, le encantaría poder disfrutar de todos y cada uno de los momentos con su nene.
¡ES TODO UN PADRAZO!
Finalmente, deciros que todo está fenomenal, que tanto mamá como Garbancito estamos estupendamente y Papá nos cuida de maravilla.



Espero poco a poco retomar la rutina en la medida de lo posible y poder seguir escribiendo y enseñando mis manualidades. Voy poniéndome al día en la lectura de vuestros blogs con paciencia y el poquito tiempo que me queda algunos días.
Un besazo enorme a tod@s

Ya conocéis mi opinión respecto a las fotos, que no las hay ni mías, así que con mi niño no va a ser diferente. Sin embargo, sí que os enseño imágenes de algunas de sus extremidades que ha hecho la abuela-fotógrafa, que tiene buenas dotes para el tema y hace unas fotos preciosas.